Ferro llegó a la última fecha de campeonato de Primera B con la chapa de campeón. El sábado anterior le había ganado a Los Andes en Caballito y, como Almirante Brown -que se cayó sorprendentemente a pique en la recta final- había perdido su partido, ya nadie podía quitarnos el ascenso. Correspondía la esperada vuelta olímpica, que el equipo dio antes de empezar ese último partido del año en Victoria.
Fue, de nuevo, triunfo. Goleada: 4-2, con dos goles de Juan Domingo Rocchia (uno de penal), uno de Néstor Lucco y otro de Rubén Rota.
Probablemente por respeto al rival, los jugadores de Ferro hicieron su festejo con una bandera de Tigre. La tribuna de Ferro estaba que explotaba. Una enorme caravana había salido temprano desde el Cid Campeador. Antes del regreso, los memoriosos cuentan que hubo piñas y que Gancho -conocido empleado del club- fue uno de los que la pasó peor. Micros y autos volvieron con varios vidrios menos.
Esa tarde Ferro jugó con varios suplentes. Así lo registró la formación el Diario Clarín: Horacio Durich, en su único partido como titular; Chupamiel Franco, el Cabezón Cúper, Daniel Tagliani, Jorge Albariño; el Negro Molina, el Burro Rocchia, la Chancha Arregui (Héctor Bartolomei desde los 16 minutos del segundo tiempo); Rota (Julio Apariente desde los 30 del segundo), Enrique Lanza y Lucco. En el banco, junto al técnico Carmelo Faraone, estuvieron el Loco Sánchez, Papelito Crocco y Jorge Parisi.
Fue el partido número 12 de la boleta de PRODE (visitante) y se recaudaron 4.708.500 pesos.