Cruzamos la Cordillera, copamos el Maracaná. Y sufrimos descensos que nos llevaron a patear barro en canchitas que nunca hubiéramos querido conocer. Alumbramos cracks, le pintamos la cara a todos los grandes. Forjamos una verdadera escuela. Nunca pudieron quebrarnos. Sí, es posible que la cuenta final arroje más desilusiones que alegrías. ¿Y? Si no hay nada más lindo que ser de Oeste… Desde 1904 hasta hoy, tenemos miles, miles y miles de historias. Grandes y chiquitas; de gloria y de las otras. Vamos a investigarlas y a contarlas acá.
Ferro jugó el último partido de la temporada 1956 el 2 de diciembre: le ganó 2 a 1 a Argentinos […]
El primer clásico del Oeste se jugó en 1920; el último, en 2000. En esos 80 años, desde el Amateurismo […]
Los primeros hermanos que jugaron en Ferro fueron los Paganini, Juan y Pablo, en 1907, protagonistas ambos del primer partido oficial […]