1968

Corre, Aimonetti, corre

El Templo de Madera se veía completamente diferente hacia el sur en 1968. No estaba todavía la hermosa platea de la visera, que se estrenaría tres años más tarde, y en su lugar se asomaban los silos de Cerealfa. La pelota, que Reynaldo Silvio Aimonetti  lleva hacia el gol en la imagen, apurado por el arquero Ediberto Righi, era de las blancas con algunos gajos negros. Y la propia camiseta de Ferro era de un piqué grueso, verde oscuro, con unos tramos blancos a la altura de los hombros.

Ese 17 de marzo, Ferro recibía a Banfield por la tercera fecha del Metropolitano. Dirigido por Antonio Garabal, el equipo había cosechado dos empates y esa tarde alcanzaría el primer triunfo: 2-1. El primero del Goma Vidal y el de Aimonetti para la victoria.

Treinta años después, los viejos silos -que habían quedado detrás de la platea de cemento- fueron desmontados por un grupo de socios para que el club, aun en tiempos difíciles, se expandiera con nuevas obras.

17 de marzo de 2018

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