La noche que nos robaron una estrella | LaFerropedia

1983

La noche que nos robaron una estrella

Hay choreos arbitrales que valen la calentura de un partido y hay otros que son de una bronca imprescriptible. El 1º de diciembre de 1983, jueves, se jugó en Caballito la fecha 32 del Metropolitano; faltaban 6 para la última y Ferro peleaba punto a punto el torneo contra San Lorenzo -recién ascendido, equipo sensación- e Independiente. Timoteo y su ballet venían de ganar el Nacional del año anterior y ganarían el del año siguiente. El árbitro Ricardo Calabria se puso en el medio y, si bien el equipo dejaría puntos importantes en el camino, hizo su aporte para que Ferro no tenga hoy tres estrellas.

El rival de esa noche negra fue un Racing que se iba a la B como por un tubo. Partido trabado: Ferro necesitaba recuperarse de un 0-0 con Talleres en Córdoba y Racing, de una derrota con Boca. El momento decisivo se produjo a los 15 minutos del segundo tiempo: Alberto Márcico marcó un gol y el árbitro lo anuló a instancias de su juez de línea, Benito Orville Aragno; el Beto lo miró al línea y le hizo el clásico gesto de estás loco girando el dedo índice sobre su parietal. El línea llamó a Calabria y roja para Márcico.

Orville cubría la raya de cal que estaba del lado de la platea de madera; le empezó a llover de todo por sobre el alambrado. A los 25 minutos, Carlitos Arregui entró por el andarivel derecho y convirtió el 1-0 para Ferro. Pero 5 minutos después, alguien acertó con una pila y le cortó la cabeza al línea, que salió disparado hacia el centro del campo de juego. Ningún partido en aquella época se suspendía en esas circunstancias, pero Calabria mandó a todo el mundo al vestuario.

El Mudo enganchó en la salida a Carlos Griguol, Eduardo Basigalup, el Gallego González, el Ciruja Garré y Oscar Acosta, con la pelota en la mano, entre otros. Faltaban por jugarse 15 minutos que, de haberse mantenido el resultado, hubieran dejado a Ferro primero con Independiente.

Los dos equipos se volvieron a encontrar en cancha de Atlanta el 13 de diciembre, martes, para jugar dos tiempos ridículos, de 7 y 8 minutos. Como en las malas películas, lo empató Carlos Caldeiro en el último segundo. Racing creyó que se salvaba del descenso. Golpeado, Ferro falló en partidos clave y terminó tercero, a dos puntos de Independiente.

LaFerropedia


LaFerropedia@gmail.com