No es un director de orquesta haciendo sonar a sus músicos: es Juan Pastorini festejando con los hinchas que fueron hasta Avellaneda el segundo gol de Ferro contra Independiente. Iban 34 minutos del segundo tiempo y la victoria estaba al alcance de la mano...
El partido iba 1 a 1. Mario Rodríguez había abierto el marcador para los locales y Antonio Garabal lo había empatado enseguida. Era la fecha 22 de un campeonato en el que Ferro iba a redondear una muy buena campaña, con Pedro Dellacha como entrenador. Independiente acababa de ganar su segunda Copa Libertadores y esa tarde presentaba figuras como Pipo Ferreiro, Savoy, Bernao y Santoro, hijo de un viejo arquero de Ferro.
El gol de Pastorini, el del triunfo, fue un zurdazo fuerte, tras un pase de Felipe Ribaudo. Ambos fueron ese año los goleadores del equipo, con 8 tantos cada uno.