Los colimbas se divierten era una de esas típicas películas de Jorge Porcel y Alberto Olmedo, con gags subidos de tono para la época, que hoy se podrían ver en la tele a las 3 de la tarde. Se estrenó en 1986. Trataba sobre las desventuras de un grupo de jóvenes que tenían que hacer lo que entonces se llamaba servicio militar obligatorio.
En los años 70, ese servicio militar -"la conscripción"- se hacía a los 21 años. La edad en la que algunos jugadores de Ferro ya estaban entre la Reserva y la Primera. Una tarde de julio, partido contra Deportivo Morón en Caballito, cinco colimbas posaron para la foto; todos bien rapados, que ese era el corte de pelo que se les hacía a los soldados en su primer día en el regimiento. Y con su camiseta de Ferro.
Son Pichi Peláez, lateral derecho que jugó 87 partidos hasta que una lesión truncó su carrera; Carlos Borsani, lateral izquierdo; Raúl Carrizo, que no llegó a debutar en Primera y luego jugó en Australia; Goma Vidal, que sería el máximo goleador de la historia del club, y Pedro Gallina, de larga carrera posterior en Chile.
Detrás se ve la futura platea de cemento, la más linda del país, en plena construcción.