El Maestro Timoteo dirigió a Ferro en 580 oportunidades, entre 1980 y 1994. El resultado que más veces obtuvo en todos esos partidos fue victoria: 217. La primera de todas -en su debut en Caballito- se produjo ante un Independiente que integraban nada menos que Ricardo Bochini y tres mundialistas como Jorge Olguín, Omar Larrosa y Chocolate Baley. 2 a 1, por la segunda fecha del Metropolitano de 1980.
El autor de gol del triunfo fue Rubén Rojas, un delantero rubio, sobrino del Tanque -viejo goleador de Boca- y que venía de Los Andes. El partido estaba 1 a 1. Faltando un cuarto de hora, Rojas recibió un centro desde la derecha (¿lo habrá tirado el Negro Rodrigues Neto, que esa tarde jugó con la 4?), saltó tan alto como lo retrató el Mudo Aleva y venció a Baley.
Unos minutos antes, Julio Apariente había errado un penal por arriba del travesaño. El mismo Apariente había abierto el marcador en el primer tiempo; Olguín, de penal, lo había igualado. También es Apariente el que aparece detrás de Rojitas, a la pesca y en el área; el defensor de Independiente que (no) lo marca es Osvaldo Sánchez. Y el que mira la jugada desde lejos, al fondo, podría ser la Chancha Arregui.
La misión de Carlos Griguol en ese torneo era mantener la categoría. Cumplió cómodo. Ferro terminó en el puesto 13 con 35 puntos, los mismos que Independiente.