1974 // HOMENAJE A VICTORIO SPINETTO

Cuando Ferro quería más

Este tríptico se entregó a los socios que el sábado 2 de diciembre de 1974 asistieron, en el gimnasio Héctor Etchart, a un homenaje al maestro Victorio Spinetto, director técnico del plantel profesional de fútbol. Un texto firmado por Osvaldo Aridizzone, presenta a don Victorio -como se lo llamó siempre en el ambiente de fútbol- como un "D'Artagnan del siglo veinte, escapado de un cuento mosquetero". Un joven hincha que asistió entonces a esa cena, Alejandro López, se llevó un tesoro al otro lado de la poesía: los autógrafos de la Cacho Saccardi, la Chancha Arregui, Pato Eiras y otros héroes del momento.

Y, por supuesto, la firma del propio Spinetto, el artífice de los sueños de Ferro en 1974. Fue el año en el forzamos a Boca a  un desempate para alcanzar las finales del torneo; terminó en derrota y en ovación de propios y extraños para los muchachos de Don Victorio. En el Nacional, Ferro accedió a un octogonal final y redondeó una temporada inolvidable.

Spinetto fue, hasta Timoteo, el entrenador con mejores resultados en la historia de Ferro. Llegó al club en 1973, después del ascenso del 70 y de varias malas campañas. Y logró darle al equipo su impronta, más agresivo, con fé ganadora. El homenaje se realizó en un momento de ilusión plena: una noche después de la famosa palomita de Cacho a Rosario Central en cancha de Newell's. Ferro venía de apenas una derrota en once partidos y por primera vez en mucho tiempo la gente se imaginaba peleando por algo más grande que un ascenso.

No pudo ser en ese Nacional: Boca nos eliminó. Tampoco en 1975. Pero Spinetto dejó una huella imborrable de 130 partidos y, como dice Ardizzone, una "pasión de darse entero sin meditar el porqué de la razón".

Fuente: Colección Alejandro López Mieres
24 de julio de 2024

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