1952 // DIBUJO DE MORDILLO

El gol más loco del mundo lo hizo Ferro

En el campeonato de Primera División de 1952 hubo un solo descenso. Para la fecha 26, a 5 del final, Ferro estaba 9 puntos arriba del último (Atlanta), 5 debajo del siguiente (Newell's) y a 17 de River, el primero de la tabla de posiciones. La visita al Monumental parecía tener resultado puesto. Pero dimos un batacazo: le ganamos a River como visitante después de una década y lo bajamos de la punta.

Fue 3 a 1. El partido se jugó el 16 de noviembre. La delantera de River era una superpoblación de cracks: Santiago Vernazza, el uruguayo Walter Gómez, Eliseo Prado, Ángel Labruna y Félix Loustau.

A los 33 minutos de juego abrió el marcador el insider derecho de Ferro, Armando Pérez. A los 41 aumentó Alfredo Rúnzer, un centroforward aguerrido que había llegado de Atlanta el año anterior el año anterior. Apenas empezado el segundo tiempo, descontó Prado, que venció a Roque Marapodi con un tiro bajo. Y cuando River nos tenía acorralados y estaba por caer el empate que casi todo el mundo esperaba, Runzer puso resultado final con un tiro de 30 metros de distancia.

El primer gol de Rúnzer también había nacido en bombazo desde afuera del área: uno de los goles más insólitos de la historia de Ferro. La pelota rebotó en el travesaño -"en la arista", según la definición del diario El Mundo- y salió para arriba como un cohete. Cuando empezó a bajar, el arquero de River, Augusto Marcelino Fumero -suplente de Amadeo Carrizo- seguía medio desorientado... Le cayó -literamente- como un balde de agua, le pegó en la nuca y se metió al arco.

La Época, "órgano de la revolución nacional", describió la jugada así: "La pelota pareció que iba alta, no fue así, ya que pegó en la parte alta de travesaño y se elevó. Fumero creyó que volvería al campo y en cambio la ball que bajaba, golpio in testa, pif paf, adentro. ¡Un gol del fantasma Benito!".

Un pibe llamado Guillermo Mordillo estuvo esa tarde en la cancha; lo había llevado el padre, hincha de River. De grande, Mordillo se hizo dibujante y humorista. Y de Ferro, desde aquel día de 1952. En una entrevista con el diario Página/12, contó que de los cientos de dibujos que hizo sobre fútbol, uno solo refleja un hecho real, con los jugadores con sus respectivas camisetas: el gol más loco del mundo, el que lo enamoró de Ferro.

Fuentes: El Gráfico 1737 (colección Claudio Gómez), diarios La Época, El Mundo y Crítica
29 de mayo de 2025

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