En 1908, Ferro tuvo un equipazo que casi asciende a Primera División a muy poco de embarcarse en las competencias oficiales de la Argentina Football Association. Lo integraban empleados ferroviarios, a la vez footballers amateur, que ya venían jugando en el club y a los que se sumaron oportunamente otros de Montevideo, Junín y un escocés que terminaría siendo un verdadero mito del fútbol rioplatense. Ferro llegó a las semifinales y si no logró subir de categoría fue apenas por una serie de hechos fortuitos.
Faltaban tres años para que se adoptara el color verde definitivo: las camisetas de Ferro eran de un bordó amarronado con mangas celestes, parecidas a la del Aston Vila inglés. El club todavía estaba restringido a los trabajadores del Ferro Carril Oeste. En las instalaciones, en el mismo lugar que hoy, también se practicaba rugby y cricket.
Ferro integraba la Sección D del campeonato oficial de fútbol en esa Segunda Liga -como se la llamaba- junto con Argentino de Quilmes, Belgrano B, Comercio, Instituto Americano, General Urquiza, River B y Royal B. En otros grupos figuraban River A, Racing, Atlanta -que estaba en Parque Chacabuco- y Gimnasia (La Plata), entre otros; en Primera descollaba Alumni y acompañaban Belgrano Athletic, Estudiantes (Buenos Aires) y el CASI, entre otros.
No todos los detalles del torneo se conocen al día de hoy; los diarios recién empezaban a publicar los marcadores y eventualmente las formaciones de los partidos más importantes. Sí se sabe que Ferro ganó su zona con varias goleadas, entonces bastante frecuentes. De algunos partidos ni siquiera está claro el resultado exacto.
En un artículo publicado en 1929 en la revista oficial del club, se refrescó la formación titular de ese gran equipo de Ferro. La nota la firma Antonio Zino Palacio, protagonista de varios escándalos de sensacionalismo. "Yo quisiera que aquellos que dicen que el foot-ball progresa hubieran visto el elenco ferroviario de hace veintidós años y tengo la certeza de que habría variado completamente la opinión", dice el periodista.
Ferro tenía en el arco el inglés Edward Wickers, famoso por su carácter irascible. Como backs estaban Eduardo Deandreis, primer capitán de la historia de Ferro, y Levallois. En el medio, el uruguayo Ceferino Camacho, que venía de salir campeón con Peñarol; Haaslan, "toda una estrella para el tiro medio", procedente de los talleres del Ferro Carril al Pacífico en Junín, y John Harley, un escocés rubio y de juego innovador para la época al que se considera el padre del fútbol uruguayo. Y arriba, el wing derecho Enrique Martín, el insider Juan Carlos Frutos y tres uruguayos más: el wing izquierdo Perucho Zibecchi, el centroforward Eugenio Mañana -alias Mañanita- y el otro Camacho, Aniceto, a la vez gran jugador de cricket.
En la foto que publica la Revista F.C. Oeste -que equivocadamente se refiere al campeón ferroviario de 1912- se identifican solo 10 nombres. Además de los habituales titulares, se menciona a J. Buchanan, también escocés; J. Llosi (Rossi, según otras fuentes), Corfield y A. Roque. Atilio Badaracco y Schulten son otros apellidos que aparecen en otras formaciones de Ferro en esa temporada.
En su crónica en la revista del club, Zino Palacio aclara que no escribe en persona sino dictando a uno de sus secretarios por "absoluta carencia de tiempo": ¡una estrella! Cuenta: "Después de una serie indefinida de triunfos, batiendo a cuanto adversario se le presentó por marcadas diferencias, [Ferro] llegó a las seminifinales con River Plate". Fue una desgracia: varios de los uruguayos habían venido a Caballito traídos por una huelga en el Ferrocarril Central de Montevideo, que justo terminó en esos días y los obligó a regresar a Uruguay; a sus ausencias se les sumó las de Frutos, fracturado de clavícula, y Martín, de viaje a Brasil. Zino Palacio afirma en ese artículo que tampoco jugó Harley, pero en un texto anterior -en la revista Mister Bull- sí lo incluyó en los titulares.
La semifinal se jugó en cancha de Racing el 8 de septiembre de 1908. Esto es casi tres meses después del último partido de lo que hoy llamaríamos fase regular, lo que ayuda a entender el virtual desmembramiento del equipo.
Reforzado por jugadores de su Tercera de Fierro y con Badaracco improvisado como centroforward. Ferro perdió 5-1. Ascendería en 1912.