1963

"Alumniii... El Alumni con la claveee..."

El Alumni es el antecesor inmediato en las canchas argentinas de la radio portátil: el método más eficiente para seguir los resultados de los otros partidos. Funcionaba con la combinación de una revista y un cartel gigante. Desde la perspectiva actual, de los teléfonos celulares y la información al instante, la mecánica suena ridícula... Pero no fallaba.

Para empezar, había que comprar -o pispear de reojo- una revista, el Alumni, que tenía sus contenidos sobre fútbol y, en la página central, un sistema de claves compuesto por una letra para cada equipo. Con esa nomenclatura, en el cartel iba actualizando los resultados; por ejemplo, si Gimnasia era la R y River era la B e iban 1-0, el Alumni anunciaba R1B0.

El Alumni tenía su redacción en una oficina céntrica. Los resultados llegaban desde ahí a quienes manejaban los letreros a través de un teléfono -que tampoco abundaban- cuyo cable había que estirar hasta donde se colocara el cartel. En el caso de Ferro, se lo ubicaba a la altura de la entrada de la vieja tribuna local, sobre la avenida Avellaneda, justo donde ahora hay un portón de entrada para emergencias.

El 21 de septiembre de 1963, Ferro todavía estaba en la B. En el vestuario, los jugadores se preparaban para jugar un partido con Los Andes, que perderían 1-0. Junto al cartel, los operadores de Alumni, ya con los auriculares listos, también estaban por empezar su trabajo.

 

3 de diciembre de 2017

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