Después de salvarse del descenso por 3 puntos en 1943, Ferro hizo buenas incorporaciones para la temporada 1944. La más importante fue la de Bernardo Gandulla, aquel crack de La Pandilla que regresó al club después de convertirse en ídolo de Boca y de dejar su marca en Brasil. No fue el único delantero de renombre que llegó en ese torneo. Pero con cartel y todo, el equipo tuvo una bajísima eficacia ofensiva que le permitió zafar apenas de la B, esta vez por 4 puntos.
Gandulla tenía 28 años y fue el máximo artillero de Ferro en ese campeonato: 8 goles (en 29 partidos). En la tapa de La Cancha del 27 de septiembre de ese año, aparece sonriente a la derecha. Con él llegó de Boca su compañero en el ala izquierda, el wing Raúl Emeal.
El del medio en la foto de La Cancha es Ángel Laferrara, que había surgido de Estudiantes (La Plata) y venía de jugar algunos partidos en Boca en el mismo año 43 junto con Nano Gandulla. Y el primero, sonriente, es el paraguayo Delfín Benítez Cáceres, alias el Machetero, goleador de Boca en la década anterior, entonces procedente de Racing.
Laferrara hizo 7 goles (17 partidos); Benítez Cáceres, 4 (20) y Emeal, 4 (17). Joaquín Corvetto, a su vez, marcó 5 (en 30); también había surgido de las divisiones inferiores de Boca.