Para la fecha 7 del torneo 1986/87, Ferro venía invicto, con 5 empates y una victoria. El técnico era el Cai Aimar, porque el Viejo Timoteo empezaba una licencia por un problema de salud, y el equipo todavía estaba para dar pelea. Para esa temporada, el club decidió una sola incorporación: Leonardo Fabián Itabel, volante por izquierda, 23 años, procedente de Chacarita.
En el primer partido, contra Racing (Córdoba) en Caballito, Itabel fue al banco de suplentes. Camiseta 15. Racing empezó ganando con gol de Raúl de la Cruz Chaparro, el padre de nuestro Chaparrito, hasta que a los 20 del segundo tiempo entró Itabel en reemplazo del Luifa Artime. Dos minutos después, gol de Itabel y empate.
Ahí surgió la canción -con la música de Jingle Bells- que lo identificó en su paso por Ferro: "Itabel, Itabel, te queremos ver"... Pero Itabel, que tenía tendencia a lesionarse, reapareció recién en la fecha 6, contra San Lorenzo; entró en el segundo tiempo, también por el Luifa, y no convirtió.
Era livianito y habilidoso, zurdo.
El siguiente partido entró como titular y fue su mejor tarde en Ferro: 2-1 a Vélez con ambos goles suyos. El primero a los 6 minutos y el segundo, a los 36 del segundo. La foto del Mudo registra el esfuerzo vano del arquero Jorge Bartero y la mueca de queja de Pedro Larraquy. Itabel ya está listo para salir corriendo a gritarlo.
Ese año no haría más goles. En los siguientes, alternaría la titularidad con el banco hasta sumar 91 partidos y 15 tantos con la camiseta de Ferro. En 1990, el Cai Aimar lo llevó a Boca. Ahí lo bautizaron El Mudo.
En 2017 llegó Kevin Itabel, último caso de padres e hijos que jugaron en Ferro. Olvidable.