Miércoles por la mañana en el Gimnasio Etchart. El domingo anterior, Ferro había perdido dos puntos muy importantes contra Platense, por la fecha 34 de un Metropolitano que lo tenía como protagonista central. No se vislumbran nervios en la práctica, que parece estar terminando. Cacho Saccardi ya tiene la remera en la mano. Oscar Acosta y el Gallego González parecen bromear con Timoteo. Al día siguiente, Ferro jugaba contra Boca.

Iba a ser de visitante, en cancha de Atlanta. Había que ganar sí o sí. Antes de perder con Platense, el equipo había sufrido a manos de Ricardo Calabria una de esas arbitrariedades que todavía no prescribieron. Estudiantes (La Plata) y San Lorenzo peleaban con Ferro punto a punto. Y contra Boca se ganó sin atenuantes: 2 a 1 con goles de Carlitos Arregui y el Misionero Noremberg.

La semana siguiente había que viajar a Rosario a jugar contra Central.