En la fecha 5 del torneo 1988-89, Ferro recibió a River en Caballito. El año anterior, Carlos Griguol había sido técnico de River con un éxito menor al esperado: cuarto en el torneo local y el título de campeón interamericano. El Maestro Timoteo volvió a su casa y en River lo reemplazó César Luis Menotti. Fue en el torneo que tuvo la particularidad del punto extra, en caso de empate, para quien ganara una definición desde tiros del punto penal.
Ferro no había ganado todavía. Y había tenido tres empates: le ganó en los penales a Newell's y perdió con Racing y Deportivo Armenio, en un 2-1 insólito. River, con grandes figuras, había sido derrotado en el superclásico y llegaba después de vencer a Racing de Córdoba.
La hincha de Ferro cantó esa tarde esta canción, con música de Sergio Denis:
Vamos, Verde vamos,
ustedes pongan huevo, que ganamos
Griguol es lo más grande de Argentina
no es como Menotti, que es gallina
El partido salió 1 a 1. Abel Balbo abrió el marcador a los 6 del segundo tiempo y faltando 3 lo empató el Ciruja Garré. Fueron, entonces, a los penales. El árbitro fue Jorge Romero.
Se patearon del lado de la tribuna de River, la de los silos de Morixe. El arquero de Ferro era Teresa Cancelarich; el de River, Ángel David Comizzo, recién llegado de Talleres. Ambos serían compañeros en el plantel argentino en el Mundial de Italia, tres años después.
Primero pateó Oscar Acosta y convirtió. Después fue Daniel Passarella, nada menos: la tiró afuera. El Zorro Miranda anotó el segundo y Balbo la volvió a desviar. Garré no falló. Tampoco Garré. El Pastor Beviclacqua cortó la racha negativa de River. Le tocaba a Héctor Cuper convertir para sumar el puntito adicional. Y el Cabezón no falló. El Mudo Aleva lo retrató con la cara del pie derecho ya abierta; Comizzo, a punto de volar, no llegó.
En ese campeonato, el jugador de Ferro más efectivo en los penales fue Oscar Acosta: pateó 11 y convirtió 11. Cuper metió 5 de 5; Victor Marchesini, 7 de 10 y Oscar Agonil, 7 de 8. Ferro terminó en el puesto 18.