1961

Pistola corazón

Un crack con pinta de crack: este es Antonio Héctor Garabal en 1961. Tenía 27 años y Ferro estaba por jugar contra Lanús en Caballito. Fue el año de su ansiado regreso a casa: Pistola ya había andado por el mundo y se disponía a dedicarle sus últimos mejores años al club en el que se formó.

Y le quedaban muchos goles por convertir. De hecho, en esa misma temporada fue el goleador de equipo, con 7 tantos, misma cantidad que hicieron Alfredo González, su compinche Dante Lugo y Felipe Ribaudo. Ferro no haría una buena campaña en el 61 y se iría al año siguiente a la B, pero ahí estaría Pistola Garabal para llevar al equipo de nuevo a Primera.

Garabal había sido el máximo goleador de Ferro en 1956 y volvería a serlo en 1964, el año del retorno a la A. En el medio, en 1957, había sido convocado a jugar con la selección argentina el Sudamericano de Lima y, antes de debutar, se lo llevó el Atlético de Madrid. Pagó por él m$n 1.700.000, la cifra más alta hasta entonces por un jugador de club. Garabal siempre cuenta que los compañeros más grandes tuvieron que convencerlo, porque él se negaba a dejar la selección y a Ferro.

Alberto J. Armando, luego presidente de Boca, compró su pase y lo repatrió. Pero antes de debutar en Boca, Garabal pasó unos meses por Deportivo Español, al que sacó campeón de la Tercera de Ascenso. En Boca jugó 6 partidos y convirtió 2 goles. Lo esperaba Ferro, donde iba a convertirse en un prócer. Entre sus partidos como jugador y como técnico, en cinco etapas diferentes, defendió los colores de Oeste nada menos que 292 veces.

 

15 de octubre de 2019

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