El Beto Yaqué ya conectó con la cabeza un centro dibujado con un compás por el uruguayo Víctor López; el arquero de Boca, el Pato Abbondanzieri, pronto se pondrá de pie para sacar la pelota del fondo del arco. Ferro 3-Boca 1, 38 minutos del segundo tiempo. Enorme actuación colectiva del equipo de Cacho Saccardi... Pero el momento histórico se produce unos segundos después: La 12, la famosa hinchada de Boca, se retira y deja su tribuna vacía.
La de enfrente, la nuestra, era un delirio. Fue el 26 de abril de 1998. Pero la fiesta no terminaría ahí.
Boca había empezado ganando, con un cabezazo de Martín Palermo a los 27 del primer tiempo. Enseguida empató el zurdo Diego Bustos con un derechazo de volea. Y apenas empezado el segundo tiempo, se iluminó otra vez Bustos, desviando con la izquierda, en el aire, un centro del Colorado Martens. Boca era ya un manojo de nervios cuando Yaqué puso ese 3 a 1 que registró, perfecto, la cámara del Mudo.
El abandono de la hinchada de Boca fue un espectáculo increíble. Bustos, la estrella de la tarde, convirtió un gol de poema -picándola por sobre el arquero- para redondear una goleada humillante y mandar a La 12 derechito por Martín de Gainza. 4 a 1.
En Boca jugaban también el Mellizo Barros Schelotto, el Patrón Bermúdez, Chicho Serna, Caniggia, Latorre... Ferro no tenía tantas figuras. Pero ese equipo dejaba la vida en cada partido.