Ferro no hizo una campaña tan mala en 1962, con un puesto 12 entre 15 equipos. Pero la novedad de los promedios del descenso -que entonces se usaban por tercera vez- nos mandó a la B. Lo que pasaba en aquellos años es lo que extrañaríamos después: así como bajaba, el equipo subía. En 1963, Ferro se hizo dueño a la fuerza de los sábados y el año siguiente ya estaba en su lugar, en la A.
No sin sufrir. Como consecuencia de una inoportuna derrota en Caballito contra Sarmiento, Ferro tuvo que jugar un insólito cuádruple desempate. Recién entonces tuvo su festejo, desde la cancha de San Lorenzo -donde se jugó el último partido- hasta casa. Este banderín fue un homenaje a aquellos jugadores que lograron devolver a Ferro a la Primera División.
Aparecen en la lista: Roque Marapodi (con una letra erre de más con respecto a su partida de nacimiento), su suplente Ricardo Valenzuela, Alberto Mogaburu, Sergio Di Gioia, Norberto Desanzo, el Ratón Leonardi, Héctor Carrasco, Osvaldo Biaggio, el Cochero Berón, Rubén Emilio Fernández -Lulú, que ese año hizo nada menos que 22 goles-, Ángel Reinoso, Antonio Garabal, Julio Etchevest, Felipe Ribaudo, Juan Pastorini, Miguel Tojo, Ángel Marcos y Héctor Luppo.
Al pie, el director técnico de aquel equipo: Antonio Faldutti, el Gordo.