El 24 de abril de 1994, Ferro recibió a Banfield por la fecha 5 del Clausura. Hacía dos temporadas se disputaban los torneos cortos y el equipo de Timoteo, salvo alguna agradable excepción, andaba por la mitad de la tabla. El Mono Burgos era el arquero; adelante jugaban el Pepe Forte, el Colorado Sava o Mario Pobersnik.
Banfield, dirigido por la dupla López-Caballero, buscaba consolidarse en la primera división. Tenía a dos ex Ferro: el Flaco Turdó y el Cabezón Acosta. Y al Pupi Zanetti. Y, como hincha más famoso, al gobernador de la provincia de Buenos Aires, Eduardo Duhalde.
Duhalde venía de Paraná, donde la Convención Constituyente acababa de aprobar la reforma de la Constitución que permitió la reelección Carlos Menem. Ese domingo se hizo un rato para ver a su equipo, invitado por el entonces presidente de Ferro, Felipe Evangelista.
Fue 0 a 0 y aburrido.