El Apertura 1998 había arrancado difícil: en los primeros 8 partidos, Ferro había cosechado apenas 2 puntos. En la fecha 9, Vélez era la oportunidad de cambiar la racha. Tocó una tarde de lluvia para que el triunfo fuera más lindo, con barro en el campo de juego y Cacho Saccardi en el banco de suplentes.
La figura de la tarde fue Mario Grana, un 8 muy metedor que acababa de llegar de Deportivo Morón. Grana dejó tres marcas en Ferro: los robos de balón deslizándose con la cola sobre el pasto ("la gran Grana"), excelentes pases filtrados por su andarivel y el gol de la victoria en ese clásico del Oeste. Fue recién empezado el segundo tiempo: Grana recibió de Chaparrito entrando por la derecha y definió con el pie abierto ante la salida del arquero de Vélez, Ariel De la Fuente. El Mudo lo registró con la pelota recién disparada, ajeno al esfuerzo estéril de Flavio Zandoná,
El primer gol lo había marcado Hugo Romeo Guerra, justamente con pase de Grana. Después Vélez descontó y se puso a tiro del empate. Pero Ferro tenía un arquerazo, Martín Herrera, y el espíritu de Cacho a flor de piel.
Cuando terminó el partido, los jugadores salieron disparados a compartir la victoria con su entrenador. Las imágenes están en YouTube: Cacho los abrazó, emocionado, y señaló a la tribuna. "La sangre es verde", dijo.