Jorge Luis Cordon debutó en Primera un 13 de septiembre de 1992. Dos meses después, en cancha de Platense, Cachito Aleva le hizo esta foto. Parado de espaldas a una tribuna visitante bastante poblada, una tarde en la que Ferro ganó 1-0 con gol del Negrito González. Fue en un torneo -el Apertura de 1992- de recambio de plantel, con Timoteo todavía como director técnico.
El Gordo tenía 19 años. Le estaba ganando el puesto al Nuno Molina, que no andaba muy bien con el técnico y se terminaría yendo a Rosario Central. En ese partido, Cordon compartió el mediocampo con la Ñata Mandrini, el Sapo Ottero y, más libre, el Pepe Forte. Jugó 13 de los 19 partidos del campeonato y no se bajó nunca más de la titularidad.
Después tuvo la cinta de capitán, la confianza de la gente, los lamentables desmanejos en el club que lo terminaron viendo partir, su vuelta por España y un regreso en 2000 para un Ferro a punto de desaparecer. Y la vocación de dirigir, primero a los pibes y después a los profesionales, en casa.
El Gordo Cordon se nutrió en una escuela y esos valores, esas banderas, es los que él transmite. Tiene un montón de obstáculos delante -algunos afuera, otros adentro- y sigue yendo al frente como en los días de esta foto del Mudo en la canchita de Vicente López.