Más falso que billete con la cara del Chulo | LaFerropedia

2006 // RIVOIRA VUELVE A FERRO DESPUES DE UNA DERROTA SOSPECHOSA

Más falso que billete con la cara del Chulo

La última vez que Héctor Rivoira estuvo en Caballito como técnico de Ferro fue el 5 de junio de 2005. Un escándalo: el equipo le ganaba bien a Chacarita, pero el Chulo sacó a la figura de la tarde, mandó a los jugadores para atrás y Ferro terminó perdiendo 3 a 2. Chacarita estaba casi descendido y Rivoira lo resucitó; en cambio, Ferro tenía chances de entrar a un torneo reducido por un segundo ascenso y las dejó pasar. Terminó de despilfarrarlas una semana después, haciendo zafar de la B Metropolitana a Defensores de Belgrano en otro partido extraño.

Terminado de ese modo su ciclo en Ferro, Rivoira se fue inmediatamente a dirigir a… Chacarita. Volvió al Templo el 24 de febrero siguiente. Y la bienvenida estuvo a la altura: una estruendosa rechifla y una lluvia de billetes de 100 dólares con su rostro.

La sospecha de que aquel partido clave del Clausura de 2005 haya sido vendido es, por supuesto, incomprobable, como otros casos más recientes con las mismas presunciones. Diego Cochas, el jugador que ese día llevaba a Ferro al frente y se quedó en el vestuario para el segundo tiempo, fue quien encendió la mecha: «Es lo que prefirió el técnico», se limitó a decir, indignado, después del partido. La crónica de diario Olé consignó que, cuando Chaca quedó abajo en el marcador, su entrenador Néstor Clausen cambió por un esquema más agresivo y «encima recibió una manito de su colega, que cambió al único que aceleraba».

Iván Juárez había abierto el marcador a los 12 minutos de juego. Con Ferro en modo desgano, en el segundo tiempo convirtieron Carlos Cerutti y Alejandro Meloño para los visitante. Mariano Campodónico puso el 2 a 2. Hasta que faltando 1 minuto, una mano torpe de Ezequiel Echeverría le permitió a Leo Ramos, de penal, conseguir una victoria impensada.

El siguiente Ferro-Chacarita se jugó en San Martín. Rivoira denunció que, en la semana previa, habían atentado contra su casa con una bomba molotov. 0 a 0.

El siguiente también salió 0 a 0. Rivoira salió al campo de juego enseguida y lo recibió la montaña de billetes con su cara. También había una bandera que decía «Soborname», en sintonía con una publicidad de la época. El DT de Chacarita sonrió nervioso y se guardó en el banco de suplentes.

Fuentes

Colección Leonardo Abiad

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