Oscar Alfredo Garré jugó 41 partidos en la selección argentina, récord máximo para un futbolista de Ferro. Fue una pieza fija en todo el ciclo de Carlos Bilardo, de punta a punta. Esto incluye el Mundial de México, donde arrancó como titular, y el proceso tortuoso de las eliminatorias, donde jugó todos los partidos. El Ciruja era resistido por la prensa opositora a Bilardo, pero siempre cumplió.
Argentina clasificó para ir a México en el último minuto. Integraba el Grupo A -en un sistema distinto del actual- con Perú, Colombia y Venezuela. Le ganó 3-2 a Venezuela en Caracas, perdió 3-1 con Colombia en Bogotá, le ganó 3-0 a Venezuela (Garré fue amonestado ese día) y 1-0 a Colombia en River y perdió 1-0 contra Perú en Lima. Llegó al 30 de junio de 1985 obligado a vencer a Perú en el Monumental para clasificar. La foto de Tiempo Argentino pertenece a ese día.
A los 12, abrió el marcador Pedro Pasculli, goleador de Argentinos Juniors. Y los 23, empató José Velázquez. Tiro libre desde la derecha. Cueto sacó un centro al segundo palo, un compañero se le anticipó a Enzo Trossero y cabeceó al punto del penal, por donde vienen entrando dos rivales: Juan Carlos Oblitas, apareado con Garré, y Velázquez, desprendido de toda marca para atropellar y empatar. Garré quedó sentado en el piso con las piernas flexionadas y, por alguna pirueta, la pelota fue a parar debajo de sus piernas, mientras los peruanos festejan. El fotógrafo de Tiempo registró justo cuando el Pato Fillol, arquerazo de ese equipo, se la pedía para sacar del medio.
Las cosas empeoraron, porque antes del final del primer tiempo Perú se puso en ventaja con gol de Gerónimo Barbadillo. El final es conocido: un derechazo del Tigre Gareca y una arremetida de Daniel Passarella sellaron el paso al Mundial.