La Primera B de 1970 tuvo una organización de esas de las que solo la AFA es capaz. Tres etapas: primero, el Torneo Clasificación, con 16 equipos; de ahí surgieron los 8 mejores para el Torneo Campeonato y de ahí, por último, los dos que, con los dos peores de la A, jugarían un reducido para acceder o mantenerse en la Primera División del año siguiente. Ferro llegó a esa última instancia con Colón (Santa Fe), Quilmes y Almirante Brown. Hizo un campañón, logró el objetivo y, además, forjó una amistad que duraría más de 20 años.
Los partidos del cuadrangular final se jugaban en canchas neutrales. A Ferro le tocó arrancar con Colón en cancha del otro equipo de la provincia: Unión. Fue el 12 de diciembre y el triunfo sería de 3-0 (Reynaldo Aimonetti, la Chancha Arregui y el Turco Weber). Esa tarde, cientos de hinchas de Unión -que ya estaba en la A- acompañaron a los que habían viajado desde Caballito para hacer fuerza contra sus rivales de toda la vida. Cuentan quienes estuvieron ahí que, a la salida, hubo algún roce entre las hinchadas y los de de Ferro y los de Unión -conocidos como La Barra de la Bomba- hicieron causa conjunta.
A partir de entonces, cada vez que jugaron entre sí, hubo comidas de camaradería entre Ferro y Unión. Más de una vez, en Caballito, los de Unión compartieron tribuna con los nuestros.
En 1975, después de uno de esos partidos (Ferro 4-Unión 2, fecha 18 del Metropolitano), la Comisión Directiva de Ferro recibió esta carta que publicó Dale Oeste, la revista oficial del club en aquel tiempo. El remitente era la Federación de Agrupaciones Unionistas. Se referían con agradecimiento a la "actitud acostumbrada" en el trato de la gente de Ferro, igual que "la amistad y el respeto" para con hinchas y jugadores de Unión.
A fines de los 90, la relación se enfrió. Dicen que porque una facción de los de Unión se acercó a los de Vélez.
El número de Dale Oeste que publicó la carta lleva en la portada la imagen del autor de uno de esos goles contra Unión, el Burro Rocchia, junto con Domingo Iellamo.