Cada noche que podía, Timoteo iba al Gimnasio Etchart a ver los partidos de Ferro. El técnico del básquet era su amigo León Najnudel. Griguol se acomodaba en una de las galerías y grababa todo con una camarita de pie. Se pasaba horas charlando con León, otro maestro. Y lo que aprendía -porque aprender siempre era parte de su filosofía- trataba de aplicarlo con sus jugadores, lo mismo que Najnudel con los suyos. No hay muchas referencias de esta foto que está guardada en el Archivo General de la Nación, pero parece eso: nuestros jugadores de fútbol jugando al básquet.
No son Miguel Cortijo, ni Sebastián Uranga ni Javier Maretto. En el centro de la llave. Víctor Marchesini parece estar defendiendo con todo el cuerpo el embate de Oso Ferrero, aquel arquero suplente de Eduardo Basigalup. ¿O lo está cortinando en ataque? A un costado, José Fantaguzzi mira al mismo punto. Carlos Griguol no entra en el cuadro, pero tiene que haber andado por ahí dando indicaciones.
La imagen es de 1984 y pertenece a Tiempo Argentino, el diario que se había fundado el año anterior.