El campeón del Nacional 1984 no pudo dar la vuelta olímpica en Caballito por la histórica canallada de la hinchada de River, que quemó los tablones del Templo de Madera después de la segunda parte del baile. La vuelta, en consecuencia, se dio en el partido siguiente: el 3 de junio de 1984, contra Chacarita en San Martín por la fecha 10 del Metropolitano.
El fotógrafo Carlos Villoldo, de la agencia Noticias Argentinas, registró la salida de los jugadores de Ferro a la cancha. Como si hubiera estado agachado, tomó -de abajo para arriba, en primer plano- a Palito Brandoni y el Cabezón Cúper, que encabezaban la fila; detrás vienen Eduardo Basigalup y Carlitos Arregui y más atrás se adivinan Beto Gargini y Víctor Marchesini.
Chicos de las divisiones inferiores de Chacarita les están haciendo un pasillo en homenaje. Nuestros jugadores -devolución de gentilezas- llevan la bandera tricolor de Chaca. Las hinchadas, en esa época, eran amigas, algo común hasta los años noventa con otros clubes también. Pero, sobre todo, el equipo de Timoteo inspiraba respeto y admiración en todos lados.
El partido con Chacarita salió 1 a 1, con un golazo de tiro libre del Beto Márcico. Los jugadores dieron la vuelta olímpica antes de empezar y el estadio en pleno los aplaudió de pie.