El 12 de abril de 1992, el Newell’s de Marcelo Bielsa llegó a Caballito invicto y puntero. Ferro, con Carlos Griguol como técnico, tenía un equipo combativo, con muy buenos nombres y lejos de cualquier problema de descenso. Era la fecha 8 del Clausura. Ganó Newell’s 1-0 con un gol de cabeza del paraguayo Alfredo Mendoza.
Esta imagen corresponde al segundo tiempo de ese partido y muestra, de fondo, una tribuna local repleta. En primer plano está Claudio Adrián Cristofanelli peleando una pelota con Ricardo Lunari, que había reemplazado a Mendoza. Detrás aparece Leonardo Fabián Alegre.
Esa tarde, el Gringo jugó con la 8 y el Cabezón Alegre con la 10. Con la 5, Hugo Leonardo Pérez, la gran incorporación de ese año, Y con la 11, completando el mediocampo, Jorge Osmar Acuña.
El Cabezón Alegre había llegado en 1989 desde Berazategui, junto con Sergio Ozán, y se iría (a Quilmes) después de este Clausura 92, lo mismo que Camote Acuña (a Belgrano) y Perico Pérez (a Independiente). Y el Gringo también: a Huracán, para luego terminar su carrera en su ciudad natal con Atlético Rafaela.
Cristofanelli tiene una larga historia en Ferro. Aguerrido y metedor, se incorporó siendo un pibe a las divisiones inferiores, vivió en la pensión y fue campeón de Reserva. Timoteo lo hizo debutar en 1985 y llegó a jugar 201 partidos en Primera, con 11 goles, dos de ellos en la mismísima Bombonera. Como director técnico, es ayudante de campo de Gustavo Alfaro; dirigió a Boca y a la selección de Ecuador.
Colección Agencia DyN (Archivo General de la Nación)