Los chicles Bomky fueron uno de los tantos que perdieron con los Bazooka. Excepto por una razón: en lugar de chistes malos, traían stickers de jugadores de fútbol. Fueron lanzados por Arcor a mediados de la década del 90, eran de sabor tuti-fruti -color rosa- y venían con su propio album. Ferro estaba entonces en Primera División y tenía dos representantes en la colección.
Uno de ellos era Carlos Alejandro Duré, el Loco, uno de los jugadores más conocidos de ese equipo. Había llegado a Ferro en 1994 y alcanzó a jugar 59 partidos. En su última etapa se encontró con Diego Bustos, el Zurdo López, Miguel Vargas y conformaron el último ataque interesante de Ferro en Primera, lo que incluye un golazo a Colón en Santa Fe.
Ese día, Duré jugó con la 10. En Ferro supo usar también la 7. Era muy rápido y de buen traslado de la pelota.
Surgido de las divisiones inferiores de Boca, venía de Mandiyú (Corrientes). Después de sus 12 goles en el club, se lo llevó el Extremadura (España), recaló más tarde en Albacete -donde se fue a Segunda División- y volvió al país para pasar por Olimpo (Bahía Blanca), todavía en la A. Se retiró en Crucero del Norte (Misiones) en 2009.
La colección Bomky se componía de un total de 60 piezas. El otro elegido de Ferro fue Sergio Mandrini. La caricatura de Duré no es perfecta, pero el dibujante le captó bien los ojos saltones y la caída del pelo.