Antes de que se se vendieran los sobrecitos y los álbumes, mucho antes de que empresas como Panini inventaran un servicio para comprar las faltantes y muchísimo antes de las fichus devenidas en app, las figuritas de fútbol acompañaban los atados de cigarrillos y los envases de golosinas. En los años 20s, eran un clásico las marquillas de Récord, Dólar o Pour la Noblesse con las fotos de los jugadores del llamado Amateurismo Marrón. Lo mismo que las de los chocolatines Águila y Fénix.
Los dulces Moin también hicieron historia. En los años 30s, caramelos y chupetines de esta marca venían con unos tarjetones -por supuesto, en blanco y negro- con retratos de actores, cantantes y jugadores de todos los equipos. La "fábrica a vapor de caramelos" de Moin estaba en la calle Muñiz, no muy lejos de la cancha de Ferro.
Esta figurita es de 1933 y presenta al equipo formado con ese extraño modelo de camiseta blanca con la doble diagonal verde. Ferro terminó ese año en la mitad de abajo de la tabla de posiciones. Tenía, entre otros, a valores como el goalkeeper Atilio Patrignani, el back Agustín Chapuis y los goleadores Nicolás Infante, Miguel Bravo y Alberto Rival.