Es un pájaro... No, es un avión. ¡No! Es Omar Pedro Méndez, el superhéroe que en 1958 sacó a Ferro del fango de la Primera B y lo devolvió a su lugar en primera división... Un año después de ese campeonato, la revista Goles repasó su vida en forma de historieta, en una sección que se subtitulaba "Un día del destino de la vida de un crack".
Uruguayo de San José, Méndez surgió en Central de Montevideo; enseguida fue reclutado por Nacional y más tarde convocado para la selección que jugó el Mundial de Suiza. Un lesión le quitó la regularidad y entonces, previo préstamo en el América de Río de Janeiro, recaló en Ferro.
El equipo acababa de descender. El técnico era Francisco Fandiño. Al uruguayo Méndez le tocó compartir delantera con el tucumano Ernesto Juárez y el Cochero Berón, que venía de pasar un año en Newell's. Y la rompió: hizo 19 goles en 34 partidos.
"Las filas verdolagas tienen en el muchacho uruguayo un elemento ponderable", dice el cómic de la revista Goles.