En 1973, el Colegio de Árbitros de la Asociación del Fútbol Argentino notificaba a los árbitros mediante un formulario para que se presentasen en fecha y hora a dirigir tal o cual partido. El 24 de agosto de ese año, Humberto Orestes Dellacasa fue convocado para arbitrar el clásico del Oeste.
Era la fecha 29 del Metropolitano, un torneo en el que Ferro terminaría último y salvando la categoría solo porque ese año se anularon los descensos. El técnico era Rubén Bertulessi, uno de los cuatro que tuvimos en la temporada. Vélez, en cambio, peleó ese campeonato tanto como el Nacional. Y, a pesar de las diferencias, el clásico fue una fiesta.
Dellacasa nos dio dos penales, uno a los 18 minutos del primer tiempo y otro a los 11 del segundo. El Burro Juan Rocchia convirtió los dos; Cacho Saccardi aumentó más tarde y cerca del final descontó Miguel Ángel Benito para Vélez. Para Clarín, la figura de la cancha fue Héctor Arregui, la Chancha.
Dellacasa era uno de esos árbitros de la vieja guardia, con fama de duro e inflexible En la citación de la AFA, escribió de puño y letra los nombres de los jueces de línea que lo acompañaron esa tarde y el resultado final: 3 a 1. Dijo al día siguiente el diario La Prensa: “Párrafo aparte merece la actuación del señor Dellacasa, [que] siguió el juego de cerca, aplicó con exacto criterio la ley de ventaja y penó con prontitud”.
Colección Pablo Abiad, archivo Clarín, archivo La Prensa